Norka Luque – La piel es el primer órgano que podemos ver e identificar en nuestro cuerpo a simple vista. Un órgano que refleja al 100% la salud de nuestro organismo, ya que participa en la eliminación de toxinas a través de sus poros. Las toxinas dañan y degeneran las células por dentro y esto se nota por fuera. Si tenemos la piel tersa, firme, sana, brillante y limpia así estaremos por dentro. Cuando mostremos una piel seca, rugosa, llena de impurezas y acné, será señal de deshidratación y que sufrimos ciertos desequilibrios hormonales o altos grados de toxicidad.
Aunque no exista ninguna crema milagrosa que transforme la piel en poco tiempo, sí podemos crear ciertos hábitos que la mejoren notablemente. Un buen cuidado de la piel también consiste en elegir un estilo de vida saludable, a largo plazo esto puede ayudarte a retrasar el envejecimiento natural, permitiendo que tengas una piel sana y radiante y lo más importante, prevenir diversos problemas de la piel en el futuro. Comienza con estos cinco consejos sensatos.
1. Protégete del sol
Una de las formas más importantes para cuidar la piel es protegerla del sol. Una vida de exposición al sol puede provocar arrugas, manchas de la edad y otros problemas de la piel, así como un aumento del riesgo de cáncer de piel.
Para obtener la protección solar más completa:
- Utiliza un protector solar de amplio espectro que tenga un factor de protección solar de, al menos, 15. Colócate abundante cantidad de protector solar, y vuelve a aplicarlo cada dos horas como mínimo.
- Busca lugares con sombra. Trata de evitar el sol sobre todo en las horas del mediodía ya que es más intenso
- Protégete la piel con prendas de tejidos ajustados y mangas largas, pantalones largos, gorras y sombreros.
2. Lleva una dieta saludable
Cuando consumimos alimentos con ingredientes más tóxicos, se refleja rápidamente en nuestra piel, sobre todo en el rostro. Una dieta saludable puede ayudarte a verte y sentirte mejor, ya que creará un efecto depurativo en nuestro cuerpo de forma natural.
Algunas recomendaciones son:
- Tomar un vaso de agua tibia con unas gotas de zumo de limón en ayunas.
- Tomar un zumos naturales o batidos verdes con frecuencia
- Disminuye el consumo de alimentos procesados, los azúcares refinados, los que contienen gluten, lácteos y sus derivados.
- Enriquece tu dieta con alimentos ricos en ácidos grasos esenciales (omega 3 y 6), como las algas, las semillas (chía, lino, cáñamo), vegetales de hoja verde y frutos secos (nueces). Algunas investigaciones sugieren que una dieta con alto contenido de aceite de pescado o suplementos de aceite de pescado y baja en grasas no saludables podría promover una piel más joven.
- Incrementa el consumo de alimentos crudos, frutas, vegetales y proteínas magras o de origen vegetal.
- Come una gran variedad de colores. Los pigmentos de las verduras y frutas son potentes antioxidantes que combaten la acción de los radicales libres, responsables del envejecimiento de nuestras células.
3. Limpia y Exfolia
Mantener tu piel limpia es muy importante. Muchas personas usan productos agresivos para la piel que pueden provocar una falta de hidratación en el rostro y dejarla completamente sin brillo. Debemos utilizar un limpiador neutro y usarlo cada noche antes de acostarnos.
Exfoliar nos ayuda a eliminar las células muertas de la superficie de nuestra piel pero debemos hacerlo con los productos correctos y con mucho cuidado, yo lo recomiendo una vez a la semana como máximo.
4. Una buena hidratación es clave
Sin importar si la piel es grasa o seca, debemos hidratarla todos los días, por la mañana y por la noche, para mantenerla saludable. Por diversos factores a los que estamos expuestos diariamente, el funcionamiento natural de la piel no es suficiente y debemos aportar una ayuda extra para evitar que se reseque, aparezcan grietas o descamación. En este punto, es importante conocer el tipo de piel que tenemos para poder seleccionar los productos más idóneos
Beber mucha agua no es un mito, tiene multitud de beneficios para nuestra piel. Somos entre un 60-70% agua, si bebemos la cantidad adecuada cada día, estamos ayudando a expulsar las toxinas del cuerpo y nuestra piel se verá radiante e hidratada.
- Bebe al menos 1 litro de agua al dia, como tip puede comprarte un termo grande en el que quepa el litro completo y siempre tenlo a la mano
- Consume al menos el 70% de tus vegetales en crudo, como en las ensaladas (nos aportarán mayor contenido de agua, minerales y enzimas activos).
- Reduce el consumo de cafeína y alcohol, ya que tienen un efecto deshidratante.
5. Trata tu piel con suavidad
- Limita la duración del baño. El agua caliente y las duchas o baños prolongados eliminan los aceites naturales de la piel. Limita la duración del baño o de la ducha y usa agua tibia en lugar de agua caliente.
- Evita los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel. En su lugar, usa limpiadores suaves.
- Sécate con golpecitos. Después de lavarte o bañarte, sécate la piel suavemente con una toalla dando pequeños toques para que quede algo de humedad en la piel.
6. Dile NO al cigarro
Fumar le da a tu piel un aspecto avejentado y contribuye a la formación de arrugas. Fumar estrecha los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran en las capas más superficiales de la piel, lo que disminuye el flujo sanguíneo y da un aspecto más pálido a la piel. Esto también elimina el oxígeno y los nutrientes que son importantes para la buena salud de la piel.
Fumar también daña el colágeno y la elastina, las fibras que le aportan fortaleza y elasticidad a la piel. Además, las expresiones faciales reiteradas que haces cuando fumas, por ejemplo, fruncir los labios al inhalar y entrecerrar los ojos para exhalar el humo, pueden contribuir a la formación de arrugas.
7. Controla el estrés
Cuando el estrés está fuera de control, la piel puede volverse más sensible y se pueden desencadenar brotes de acné y otros problemas cutáneos. Para fomentar una piel sana, y un estado de ánimo sano, toma medidas para controlar el estrés. Duerme lo suficiente, fija límites razonables, recorta tu lista de tareas pendientes y encuentra tiempo para hacer las cosas que disfrutas. Los resultados podrían ser más significativos de lo que esperas.
8. Reduce el uso de maquillaje
Una piel limpia y sana no necesita tapar impurezas, aun así, a veces nos gusta usar algo de pinturas para resaltar nuestros rasgos. En este caso, utilizaremos productos de cosmética lo más naturales posible, libres de parabenos y sulfitos, y que sean veganos. Muchas marcas de maquillaje contienen toxinas que obstruyen los poros de la piel, asfixiándola y provocando aparición de puntos negros y granitos de acné.
Norka Luque